La Audición


¿Qué es la audición?

La audición es el único sentido que está siempre activo, incluso cuando dormimos. Constituye los procesos psico-fisiológicos que proporcionan al ser humano la capacidad de oír.





¿Cómo funciona la audición?
Para oír utilizamos dos oídos y un cerebro. Y hay un motivo.





Audición natural
Un sistema auditivo sano puede reconocer los sonidos graves (un contrabajo o el tráfico) y los agudos (un violín o el canto de los pájaros). En términos técnicos, se refiere a frecuencias de entre 20 y 20.000 hercios Además, puede procesar sonidos muy leves (como el zumbido de un mosquito) y muy altos (el motor de un reactor). Esto equivale a un volumen de entre 0 y más de 120 decibelios.

La comprensión del habla
Nuestro cerebro tiene tendencia a comprender el habla y puede procesarla en diferentes facetas y en cualquier situación. Cuando estamos en una cafetería, hablando por teléfono o en una conferencia, el cerebro filtra muchos sonidos irrelevantes para concentrarse en los que tiene que oír. Gracias a esta capacidad, podemos concentrarnos en un único instrumento de una orquesta o participar en una conversación íntima en medio de un entorno ruidoso.

Audición espacial
Nuestro cerebro recibe sonido en 360 grados: procedente de cualquier punto alrededor de la cabeza. Es capaz de diferenciar entre delante y detrás, arriba y abajo. Esto nos permite saber de dónde viene un sonido, el tamaño de una sala o si hay un atasco en la zona.




Divisiones del sistema auditivo



Podemos dividir el sistema auditivo en dos partes:

Sistema auditivo periférico (el oído), responsable de los procesos fisiológicos que captan el sonido y lo envía al cerebelo.

Sistema auditivo central (nervios auditivos y cerebro), responsable de los movimientos psicológicos que conforman lo que se conoce como percepción sonora.



Percepción

La audición es la percepción de las ondas sonoras que se propagan por el espacio, en primer lugar, por nuestras orejas, que las transmiten por los conductos auditivos externos hasta que chocan con el tímpano, haciéndolo vibrar. Estas vibraciones generan movimientos oscilantes en la cadena de huesecillos del oído medio (martillo, yunque y estribo), los que son conducidos hasta el perilinfa del caracol.

 Aquí las ondas mueven los cilios de las células nerviosas del órgano de Corti que, a su vez, estimulan las terminaciones nerviosas del nervio auditivo. O sea, en el órgano de Corti las vibraciones se transforman en impulsos nerviosos, los que son conducidos, finalmente, a la corteza cerebral, en donde se interpretan como sensaciones auditivas. Como también se puede mandar al cerebro para dar la señal de los sonidos que generan las ondas sonoras.




                                                                        






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